Respeto absoluto por el ungido

Hay algo que realmente no entiendo de David; uno puede comprender el concepto de “Respetar la autoridad” ponerlo en práctica y hasta tener algunos inconvenientes a la hora de enfrentar a esa autoridad ya que no todos nuestros «Jefes» son totalmente justos. Pero lo de David es casi imposible, yo me pregunto ¿Como es que David “aguantó” tanto a Saúl?
Como ya sabemos David tocaba el arpa delante del Rey ya que éste era atormentado por un espíritu malo de parte del Señor, cuando David tocaba, el espíritu se iba. Saúl llegó a apreciar mucho a David, pero en al menos 3 ocasiones, en medio de ataques de locura y celos, Saúl intentó atravesar a David con una lanza. El rey Saúl persiguió por 15 años a David, intento matarlo innumerables veces, pero ¿cuál era la actitud de David frente a estos ataques constantes? respeto absoluto por la autoridad. Recordemos que Saúl fue el primer Rey de Israel, antes de él Israel nunca había tenido un Rey, es por eso que David tenía sumo respeto por Saúl, no importa que le hiciera, David siempre respetó su autoridad.

En una de sus persecuciones, David estaba escondido en una cueva, Saúl entra a hacer sus necesidades, ya esta situación es graciosa, y miren que hace David: 1º Samuel 24:4-6: «¡Ahora es tu oportunidad! —los hombres le susurraron a David—. Hoy el Señor te dice: “Te aseguro que pondré a tu enemigo en tu poder, para que hagas con él lo que desees”». Entonces David se le acercó sigilosamente y cortó un pedazo del borde del manto de Saúl. Pero comenzó a remorderle la conciencia por haber cortado el manto de Saúl. «El Señor sabe que no debería haberle hecho esto a mi señor y rey —dijo a sus hombres—. Que el Señor me libre de hacerle tal cosa a mi señor el rey y atacar al ungido del Señor, porque el Señor mismo lo ha elegido»
Lo primero que me llama la atención de este pasaje es que los mismos hombres de David, los de más confianza, le dicen “El Señor te dice: rebelate contra la autoridad” esto me hace prestar suma atención a quien tengo a mi lado y que hasta la persona de más confianza me puede hacer creer que rebelarme contra la autoridad puesta por Dios esta bien y hasta decir que esto lo abala el Señor.  Lo de David es increíble, tenía tan claro el concepto de “Autoridad” que hasta le remuerde la conciencia haber cortado el manto del Rey, el ungido del Señor es el ungido del Señor, recordemos que David también había sido ungido como Rey, pero la autoridad en esos momentos era de Saúl.

Hubo una se segunda oportunidad en la que David podría haber matado a Saúl (1º Samuel 26.7-9) Nuevamente le sugieren que es la oportunidad perfecta para rebelarse ante la autoridad, esta vez David ni siquiera se atreve a tocar a Saúl. Sin duda David podría haberlo matado y con esto hubiera sido Rey antes de lo previsto, pero creo que no hubiera tenido la grandeza que tubo, él respetó al ungido. Sabemos que el Señor se había apartado hacia bastante tiempo de Saúl, él estaba haciendo las cosas realmente mal, pero no por eso David se rebeló.
Era tal el respeto que David tenía por Saúl que cuando se entera de su muerte se rasga las vestiduras en señal de dolor y llora lamentando su muerte (2º Samuel 1:11) Esto dijo David: «Alguna vez alguien me dijo “Saúl a muerto”, pensando que me traía buenas noticias» (2º Samuel 4:10)

Todo esto nos lleva a concluir en estas preguntas ¿Cómo nos comportamos con nuestras autoridades espirituales? ¿En el caso de tener un Pastor “injusto” nos atrevemos a “tocar” al ungido del Señor? ¿Qué decimos de nuestros líderes cuando no nos gustan la forma en que hacen las cosas?

Para que David actuara como lo hizo no hay duda que entendía perfectamente que era “Respetar la autoridad puesta por Dios”, también creo que su corazón estaba libre de resentimiento y amargura, estaba emocionalmente sano, creo que esto es clave para relacionarnos con nuestras autoridades, debemos entender que ellos son seres humanos como nosotros y también están, como nosotros, en el proceso de santificación.

Continuamos viendo: ¿Por qué el corazón de David agradó a Dios?, la semana que viene veremos su corazón «Adorador»

© Espíritu Santo
Intérprete: Javier Arevalo
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