No te sigo más


Nací en un la década de los 70’s, toda mi adolescencia y parte de mi juventud la viví sin redes sociales, me uní a mi primer red social por allá en el 2008, como toda novedad comencé a seguir a cuanta gente, página, fan page, personalidad, banda musical, músico, portal de noticias o cualquier otra página se me cruzara, la sensación de enterarse de todo lo que le estaba pasando a mis amigos o saber lo que estaba pasando en el mundo en un solo lugar era increíble. Como todo, la novedad para mi dejó de ser novedad y dejé de “usar” las redes sociales.
Hace un par de años me propuse darle un propósito a mis redes, es decir, publicar cosas que te dejen pensando, no una simple foto por que sí nomás, cuidado, no estoy en contra de tales publicaciones. Claro, al empezar a interactuar en mis publicaciones volví a “usar” redes sociales, sobretodo por que mis publicaciones en parte eran una crítica o un pensamiento de lo que veía en ellas. Por momentos dudaba se seguir a algunas personas ya que no coincidía con su forma de pensar, algunas publicaciones realmente me “lastimaban”, dejaba de seguir a esas personas, pero entraba en el  siguiente conflicto “NO puedo mirar para un costado cuando algo no me gusta, tengo que saber como piensa el otro aunque esté equivocado para saber como argumentar” y entonces volvía a seguir a esas personas.

La desazón no se hizo esperar, veía a las redes sociales como un «Vomitorium», perdón, pero para transmitir lo que quiero decir voy a ser un poco desagradable. En la antigua Roma (no se si es mito o verdad) se decía que los romanos organizaban grandes banquetes para comer como si no hubiera un mañana, luego en el Vomitorium se provocaban el vómito con una pluma para hacer cosquillas en la garganta y así seguir comiendo sin parar.
A veces veo a las redes sociales así, algunos tragan y tragan noticias sin parar, ni hablemos de las fake news que nadie chequea, luego, vomitan todo su odio para seguir tragando noticias sin parar. Claro, nunca les importa quien está del otro lado leyendo, esto si que es desagradable.

2º Samuel 23:3-4 y 6: v4. “El que gobierne a la gente con justicia, el que gobierne en el temor de Dios, será como la luz de la aurora en un amanecer sin nubes, que tras la lluvia resplandece para que brote la hierba en la tierra” v6. Pero los malvados son como espinos que se desechan; nadie los toca con la mano.

No hay duda que cuando publicamos algo en nuestra red social significa que algo queremos decir, pero a veces es tal el efecto desinhibitorio que ellas provocan, que nunca pensamos en el receptor, “yo quiero decir mi verdad y no me importa que le pueda llegar a provocar al que la lea”
Finalmente me di cuenta que esas publicaciones que me lastimaban seguían siendo una “espina malvada” que no quería "tocar con la mano", por lo tanto decidí “desecharla”

Es sano dar un “Unfollow”, es sabio hacer un “Unfriend”, no esta mal dar un “Unlike”, decidir por un “Unsuscribe” va a sanar tu corazón, recordá «Sobre todas las cosas cuidá tu corazón, porque éste determina el rumbo de tu vida» (Proverbios 4:23)

© Espíritu Santo
Intérprete: Javier Arevalo
Facebook: Hijos del Viento

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