Pasión por tu presencia

David tenia un amor indescriptible por la presencia de Dios; como ya sabemos él era un adorador, su instrumento era el arpa. Él compuso varias canciones y escribió gran cantidad de salmos, muchos de ellos son también cantos de alabanzas al Señor.

Esta pasión que David sentía por la presencia de Señor se muestra claramente en su “incidente” con Mical: 2º Samuel 6:13-21 «Cuando los hombres que llevaban el arca del Señor dieron apenas seis pasos, David sacrificó un toro y un ternero engordado. Y David danzó ante el Señor con todas sus fuerzas, vestido con una vestidura sacerdotal. David y todo el pueblo trasladaron el arca del Señor entre gritos de alegría y toques de cuernos de carnero. Entonces, cuando el arca del Señor entraba a la Ciudad de David, Mical, hija de Saúl, se asomó por la ventana. Cuando vio que el rey David saltaba y danzaba ante el Señor, se llenó de desprecio hacia él. Así que trasladaron el arca y la colocaron en su lugar dentro de la carpa especial que David le había preparado. David sacrificó al Señor ofrendas quemadas y ofrendas de paz. Cuando David regresó a su hogar para bendecir a su propia familia, Mical, la hija de Saúl, salió a su encuentro y le dijo indignada: —¡Qué distinguido se veía hoy el rey de Israel, exhibiéndose descaradamente delante de las sirvientas tal como lo haría cualquier persona vulgar!
David le replicó a Mical: —¡Estaba danzando delante del Señor, quien me eligió por encima de tu padre y de su familia! Él me designó como el líder de Israel, el pueblo del Señor, y de este modo celebro delante de él. ¡Así es, y estoy dispuesto a quedar en ridículo e incluso a ser humillado ante mis propios ojos! Pero esas sirvientas que mencionaste, ¡de seguro seguirán pensando que soy distinguido!
Y Mical, la hija de Saúl, nunca tuvo hijos en toda su vida»

Como sabemos, el Arca del Señor era tratada con sumo respeto ya que en su interior estaba la presencia misma del Señor, un par de versículos antes de este pasaje leemos como Uzá muere al querer tocar el Arca del Pacto. A tal punto David honraba la presencia del Señor que no bastó que diera apenas 6 pasos que detuvo el cortejo para sacrificar unos animales como ofrenda.
Según investigué, aparentemente el enojo de Mical fue por que, más allá de que David estaba vestido con las prendas sacerdotales, era tan efusivo su baile que en algún momento de la danza dejó al desnudo alguna parte de su cuerpo, es por eso que Mical lo tilda de una persona “vulgar”. A esta cítrica David contesta con total normalidad que esto lo hacia simplemente por que estaba en presencia del Señor y que estaba dispuesto a quedar en ridículo y hasta ser humillado, pero él iba a honrar con todas sus fuerzas al Señor. Que impresionante lo de David, el rompió el protocolo ceremonial y esto le agradó al Señor ¿porqué saco esta conclusión? Por que un hombre había muerto al querer tocar el Arca del Pacto, pero el Señor no tiene ningún problema con la forma de bailar de David, el problema era de Mical.

¿Honramos la presencia del Señor? ¿Nuestro amor y adoración son así de apasionados como lo demostraba David? ¿Nos importa más los que nos están mirando cuando estamos ante la presencia del Señor? ¿Rompemos el protocolo? ¿Qué decimos cuando vemos a un hermano o a una congregación adorar al Señor de una manera que nos parece “vulgar” o “no ceremonial”?

Al final del pasaje leemos que Mical nunca tuvo hijos en toda su vida, no valorar la presencia del Señor trae esterilidad e improductividad espiritual ¿Te acordás de María derramando el perfume de nardo a los pies de Jesús? ¿Te acordás lo que dijo Judas Iscariote ante semejante acto de adoración? (Juan 12:3-5) Para muchos adoración, servicio, actos profundos de sacrificio son desperdicio.

¿Cuando fue la ultima vez que te “perdiste” en la presencia de Dios? Rompé el protocolo, vos me entendés, rompé “tú protocolo” para el Señor no es vulgar cuando lo haces con pasión, olvidate de los que te rodean, no tengas miedo de quedar en ridículo y mucho menos de ser humillado, el Señor esta mirando tu corazón.

La semana que viene veremos a David inmerso en su “Noche más oscura”

© Espíritu Santo
Intérprete: Javier Arevalo
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